LOS DOS CIMIENTOS
- Esfuerzo personal
- Sacrificio
- Sensatez
- Sabiduría
- Insensatez
- Pereza
Los niños, a pesar de su corta edad pueden decidir ser sabios como el
hombre que edificó la casa sobre la roca o insensatos, como el que la
construyó sobre la arena.
Todos los días cada niño tiene que tomar decisiones en su vida, y aquellas decisiones que requieren esfuerzo personal
son las que le van a hacer sabio. Frecuentemente las decisiones que los
llevan a decidirse por lo fácil, lo que no cuesta esfuerzo y sacrificio
lo llevan a la insensatez.
Elecciones:
Preguntas para el debate
TOMANDO DECISIONES
¿Sabio o insensato?
1. Antes de dormir tienes que decidir si vas a jugar un rato con los
juegos de tu videoconsola portátil o ponerte a leer tu Biblia y orar.
2. Decide si vas a entrar en un club deportivo que tiene entrenamientos
cada día y partido el sábado por la mañana muy temprano o prefieres no
practicar deporte y quedarte viendo la televisión.
3. Hoy tienes que tomar una decisión: mañana tienes un examen pero tus amigos han quedado para ir al cine a ver una película.
4. Te gustaría aprender a tocar un instrumento pero para ello necesitas practicar una hora cada día.
5. Carlos cada día lee en su casa lo que ha dado en el colegio y cuando
llega el día del examen solo tiene que repasar. Diego prefiere dejar
todo para el día anterior al examen y “pegarse el atracón”. ¿Qué sueles hacer tú?
Diego tenía 10 años, era un niño bastante inteligente y deportista, pero
tenía un gran problema, nunca hacía las tareas que le mandaban en el
colegio para llevar a casa.
Cuando llegaba a su casa después del colegio su madre le preguntaba: - “Diego, ¿Traes deberes?”
Y Diego siempre contestaba lo mismo: - “No tengo deberes mamá”, o bien - “Ya los he hecho”.
Pero lo cierto es que Diego nunca hacía las tareas en casa y nunca
llevaba los deberes hechos al colegio. Cuando tenía exámenes tampoco
solía estudiar y las notas cada día eran peores.
Diego tenía muchas otras actividades que hacer en casa, para él mucho
más interesantes que hacer las tareas del colegio o estudiar: jugar con
los videojuegos, conectarse a Internet, ver la televisión o jugar. Estas cosas eran en las que Diego invertía su tiempo.
Un día los padres de Diego fueron al colegio para hablar con sus
profesores. La maestra los había llamado porque estaba muy preocupada
por el rendimiento escolar de Diego, que iba cada vez peor.
Cuando llegaron a casa, los padres de Diego se sentaron a hablar con él,
y le contaron una parábola que Jesús contó. Le dijeron así:
Diego, Jesús contó la siguiente historia:
Una vez había dos hombres. Uno de ellos dijo:
- Quiero construir una casa. La construiré sobre la roca, pues es un
lugar bueno y seguro. No me importa que la roca esté dura y que me lleve
mucho tiempo, quiero hacer una buena casa.
Así pues, excavó y excavo la roca y construyó allí su casa, le costó
bastante pero al fin levantó su casa.
Entonces llovió, y el viento sopló, y hubo inundaciones... Pero la casa
se mantuvo firme en la roca.
Pero otro hombre dijo:
- Quiero hacerme una casa. La construiré sobre la arena porque es más
fácil cavar. No quiero pasar tiempo cavando porque tengo muchas cosas
que hacer.
Y en poco tiempo construyó la casa.
Pero después llego la lluvia,
Y soplo el viento,
Y hubo una gran inundación...
Y su casa se derrumbó haciendo un gran estruendo.
Jesús dijo: Si me escucháis y hacéis lo que yo os digo, sois como el
hombre que edificó su casa sobre la roca.
Pero aquellos de vosotros que me escucháis pero olvidáis lo que yo os
digo - dijo Jesús - sois como el hombre que construyó su casa sobre la
arena.
Diego, queremos decirte que estamos muy preocupados por ti. Tu eres como
ese hombre que vas a edificar una casa, la casa es tu vida, tu futuro y
tu tienes que decidir como la edificas, si sobre la roca (Obedeciendo a
los profesores, cumpliendo tus obligaciones, esforzándote…) o sobre la
arena (mintiendo, desobedeciendo, no trabajando…)
Después de oír aquellas palabras, Diego reconoció que estaba actuando
igual que aquel hombre descuidado, que decidió construir una casa sobre
la arena que quedó lista muy rápido.
Pero piensa bien: ¿La arena puede
sostener bien una casa? ¡Claro que no! Por eso, cuando vino la lluvia y
los vientos fuertes sobre aquella casa… ¡Plof! En poco tiempo la casa
estaba completamente destruida. ¡Qué lástima!
Es mucho mas cómodo hacer lo fácil, lo que no cuesta trabajo,
pero si nos esforzamos y somos sabios tomando decisiones veremos buenos
resultados.
Para que seamos fuertes como la casa construida sobre la roca,
necesitamos escuchar y practicar todo lo que la Biblia nos enseña y
aprender a tomar decisiones correctas en nuestra vida.
ACTIVIDADES
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