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viernes, 7 de febrero de 2014

El templo de Jerusalén




el templo de jerusalén

En el Nuevo Testamento se habla a menudo del templo, que no había perdido su prestigio desde la época antigua de Israel. En el 587 a.C. fue destruido el primer templo de Salomón. Después del exilio fue reemplazado por un edificio que no podía comparase con el antiguo. Fue profanado en el 167 a.C. por Antioco IV Epífanes.
En el año 20 a.C. Herodes empezó el nuevo templo que aunque quedó inaugurado 10 años después no quedó terminado hasta el 64 d.C. Jn 2,20 hace alusión a esta larga duración de los trabajos. El perímetro de las murallas del templo eran de aproximadamente unos 1500 metros. Entrando en el templo, se entraba primero en un amplio patio rodeado de galerías cubiertas. Este atrio que rodeaba por todas partes las construcciones del templo se llamaba atrio de los gentiles. En él podían estar los paganos. En él se situaban los mercaderes y los cambistas (Mc 11,15; J 2,14). Después venía el atrio de las mujeres (cf. Mc 12,41-44) donde se encontraba la puerta hermosa (Hch 3,2). Otro atrio era el de Israel, dentro del cual se encontraba el de los sacerdotes donde estaba el altar de los sacrificios. Después de un pórtico venían el lugar santo, con el altar de los perfumes (cf. Lc 1,9), la mesa de los panes de proposición y el candelero de los siete brazos. Después, aislado con un tupido velo, el santo de los santos donde sólo el sumo sacerdote entraba una vez al año, en el día de las expiaciones; después de que en el 587 a.C. desapareciera el arca de la alianza esta parte estaba vacía.
En el 70 d.C. el templo fue totalmente devastado y destruido por Tito.
El templo había sido el centro de la piedad del AT (cf. Sal 27,4; 42,5...) sobre todo a partir de la centralización del culto en Jerusalén. Se le consideraba como el lugar y signo de la presencia divina (Dt 12,5; 1Re 8; 9,3). Las críticas de los profetas y los sabios en nada disminuyeron su respeto por la institución cultual.
Incluso los sectarios de Qumrân no se separaron de él más que temporalmente, a causa de su sacerdocio estimado ilegítimo y de su calendario aberrante.
El apego al templo puede medirse por la violencia de la reacción que siguió a su profanación por Antioco Epífanes en el 167 a.C. Después de la victoria de los rebeldes se purificó el templo y se celebró una dedicación solemne, conmemorada por una fiesta judía.
Templo de Jerusalen 01

 

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